Sandra y Andy eligieron Torre Gallén, con sus maravillosos jardines, para celebrar su boda, y confiaron en L'Oroneta para la ambientación del lugar y la decoración y envoltorio de los detalles. Photocall, bienvenida, mesa y libro de firmas y mesa de regalos, se llenaron de flores silvestres, romero y tomillo, envolviéndolo todo de un aire campestre precioso. ¿Queréis verlo?
Planificar esta boda ha sido muy divertido, porque la novia es muy querida por nosotras, y nos ha ayudado mucho conocerla. Teniendo claros sus gustos y la idea de decoración que le gustaba, todo fue coser y cantar. Para conseguir un aire muy campestre y romántico, escogimos flores silvestres y hierbas aromáticas que colocamos en botes de cristal de diferentes tamaños y los decoramos con telas, cintas, arpilleras, rafia...todo en tonos blanco, tierra, beig...muy natural. En todos los rincones las flores y hierbas tenían su presencia, para dar ese toque tan especial.
Dentro del salón montamos la mesa con los regalos: cucuruchos para los niños, un sonajero de peluche para los bebés, vino para los hombres y un saquito aromático para las mujeres. Todos los regalos decorados con rafia natural y unas preciosas tarjetas que hizo una buena amiga de la novia. Lo dispusimos todo en cajas de madera que pintamos de blanco y montamos una pequeña composición floral con mucho LOVE.
En la zona del jardín, había cuatro montajes diferentes: bienvenida, seatting plan, photocall y mesa de firmas.
Para dar la bienvenida a los invitados, colocamos un letrero de madera con un mensaje de los novios escrito en tiza junto a la entrada a los jardines donde se serviría el cóctel. Completamos el conjunto con balas de paja, tarros y una regadera de metal blanca con flores silvestres. En cuatro de los tarros colgamos las letras LOVE, hechas con cartón ondulado. Quedaron preciosos.
El seatting plan del banquete, lo colocamos junto a la zona del cóctel para que los invitados pudieran ver bien la disposición de las mesas. Utilizamos un palet para el montaje, siliconando las iniciales de los novios, enmarcando un corazón, todo en madera lacada en blanco. Apoyamos el palet en una palmera y sobre balas de paja y decoramos también con botes de cristal, plantas y flores. Al palet anudamos cordeles en los que sujetamos los listados de las mesas con pinzas de madera también blancas. Acabamos con un mensaje, esta vez en una pizarra.
La mesa de las firmas, junto con el libro que también nos encargamos de decorar, se dispuso junto a los escalones de entrada al salón del banquete. Fieles a nuestra ambientación floral, utilizamos paja, tarros y flores y vaporoso tul para decorar este tocador vintage.
Y nos quedaba el plato fuerte: el photocall. En una boda con muchos invitados dispuestos a disfrutar, y con mucho espacio disponible, hicimos un decorado amplio, con una tela floral y mucho tul blanco. Flores y plantas aromáticas, pompones de papel de seda y balas de paja nos ayudaron a crear el entorno perfecto para hacerse muchas fotos divertidas. Para dar un toque divertido hicimos un atrezo con carteles y otros complementos. ¿Os gusta?
Pues con todo terminado, solo nos queda decir...¡Viva los novios!
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